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Rehabilitación de madera

¿Quieres hacer una rehabilitación de madera?

Una de las especialidades de Esobra es la rehabilitación de la madera. Para ello, realizamos una primera revisión de la estructura del edificio por completo, pasando por cada rincón del edificio.

Así mismo, realizamos un análisis exhaustivo tomando como información de base el proyecto y analizando cómo ha cambiado la estructura desde su origen.

Forjado de madera, rehabilitación

En este análisis se contacta con diferentes personas que han vivido o trabajado en el edificio, con el objetivo de encontrar testigos fiables de los posibles problemas o alteraciones que ha sufrido la edificación.

 Cuando disponemos de toda la información, cuando se puede empezar a realizar el proceso de rehabilitación.

Se empieza por un apuntalado del forjado, utilizando diferentes métodos, en función del caso. Estos métodos pueden ser desde sopandas, puntales, durmientes o tableros continuos.

¿Cómo hacer una rehabilitación de madera?

Cuando se tiene asegurada la estructura, es cuando se retiran los solados o pavimentos que recubren los forjados, así como cualquier otro elemento que pueda cubrir la madera. De esta manera, se deja las vigas de madera a la vista y es cuando se puede ver realmente el estado en el que se encuentra la estructura.

Al detectar que la estructura se encuentra en buen estado, se recomienda realizar un tratamiento preventivo contra la humedad y contra xilófagos.

En segundo lugar, se puede detectar que el daño que sufren las estructuras es un daño menor. En este caso, se trata de reforzar la estructura. Para ello, se recomienda la colocación de perfiles metálicos, como por ejemplo refuerzos con fibra de carbono o refuerzos en apoyos.

Por último, puede darse el caso de detectar en las vigas principales o secundarias en la que se han producido daños importantes.

En este caso, el procedimiento es de sustitución. Si nos encontramos en este caso, debe tenerse en cuenta que el coste del proceso se verá incrementado, puesto que se debe añadir el proceso de demolición y reconstrucción de los revoltones colindantes e imitando, a la perfección, el tipo de elemento construido con anterioridad.

Cuando el forjado ya ha sido reparado, y por tanto se encuentra en buenas condiciones, se colocan los tirafondos de acero, para unir las correas de madera a la capa de compresión del formado.

A continuación, se coloca un aislamiento de poliexpan entre las vigas de madera, para liberar el peso del propio formado. También se podría realizar este proceso utilizando hormigones aligerados.

Como última parte del proceso, se coloca el armado de refuerzo de las vigas de madera y el mallazo de la capa de compresión. Esta capa de compresión se recomienda que se apoye en los muros de carga, para evitar problemas en un futuro. Y se finaliza con el hormigonado el forjado.