
La limpieza de mantenimiento es un tipo de eliminación de la suciedad de forma periódica, ofrecida tanto para empresas (oficinas, comercios…) como para particulares (comunidades de vecinos, viviendas…). Este tipo de limpiezas se realiza con la frecuencia que la clientela establece, aunque desde Esobra se elabora un plan de trabajo con el objetivo de establecer el mejor horario, la frecuencia, así como la maquinaria y producto idóneo para cada limpieza.
Además, Esobra también realiza limpiezas de fin de obra, en las que, tras la finalización de una obra, los espacios transformados quedan llenos de polvo, con manchas de cemento, de silicona, de pegamento…
Algunas de estas manchas son fácilmente tratables, mientras que la mayoría, deben ser tratadas con las técnicas y productos adecuados para no generar, por ejemplo, ralladuras en los cristales, manchas permanentes en suelos o decoloraciones de suelos o parqués.
La retirada de los residuos generados en el proceso de limpieza, también corre a cargo de Esobra, quién contactará, en caso de ser necesario, con una empresa gestora de residuos, con el objetivo de evitar contaminaciones o emisiones de productos químicos al medio ambiente.

En ambos casos, Esobra realizará una propuesta a su clientela en la que se propondrá un plan de limpieza acorde a las necesidades, a los metros cuadrados que se deben limpiar, el número de ventanas, puertas, persianas, tipo de material a trabajar (parquet, acabado, alicatado…).
Todas las limpiezas se realizan con productos de máxima calidad y con la maquinaria, cuando sea necesaria, idónea, como pueden ser máquinas de calor, aspiradoras industriales o cepillos de diferentes durezas para tratar las diferentes superficies.